viernes, 29 de mayo de 2015

Resumen de estos días

Después del malentendido con Mihombre estuvimos hablando y nos pusimos al día. Si tener un niño ya cambia mucho la vida de la pareja el tener un niño con dificultades pues aun más. La mayor parte del tiempo estamos agotados y dedicados a Retoño, va cuatro días a la semana a terapia, en casa hay que prestarle más atención, necesita más de nosotros... Así que nos olvidamos un poco de nosotros dos y llegamos a puntos de desentendimiento. Lo importante es que nos queremos mucho y los dos queremos que la situación no pueda con nosotros. Los dos juntos formamos un buen equipo.
Aclarado este punto, y con la ayuda de mis padres, intentamos buscar pequeños momentos para estar a solas y tirarnos a la bartola.
Esta semana hubo un día que Retoño despertó antes de la siesta de lo habitual, entonces propuse ir a la ciudad, que nos queda a 50 km, pero que tardamos una hora en llegar porque vamos por carretera nacional que la autopista es muy cara. La cosa es que me encanta ir a la ciudad porque vas por la calle y hay gente. Nuestro pueblo, debido en gran parte a la crisis, podía servir de rodaje para The walking dead. Si bajas un domingo al centro, no ves a nadie por las calles, ni siquiera puedes tomarte un café porque está todo cerrado. Una tristeza. La empresa más grande que tenemos es el hospital, con eso digo todo.
Pues eso, que fuimos a la city ¡que de vida! Y cuantos comercios. Le compre a Retoño un body de manga corta ya para el veranito de Pink Floyd, que es un grupo que me encanta, en una tienda que venden todo tipo de cosas de grupos y ropa hippiosilla.
Luego descubrí un bar hawaiano, que tenían oferta en cócteles 2x1 (me pierden los cócteles). Tuvimos que entrar a la fuerza (bueno, a la fuerza Mihombre, yo entré encantada). El sitio de tan hortera que era me encantó, oye. Los cócteles que pedimos no era para tirar cohetes, una caipiriña de fresa que era demasiado dulce y que el alcohol no se lo encontrabas ni a  las leguas. Pues allí estábamos los tres, tomándonos nuestro cóctel (Retoño se tomó su agua, aún es pequeño para la fiesta ;-P)
Estuvimos paseando por allí, entré en un Tiger y le compré a Retoño una bola con pelos de goma que le encanta.
Vamos, que fue una tarde distinta y que lo pasamos muy bien.
Ayer ya estuvimos paseando por los alrededores de casa y llevé a Retoño en la mochila, al principio fue contento e iba mirando para mi, pero luego de una hora se cansó de ir ahí metido y volvió para casa protestando y medio llorando.
Por la mañana fui al trabajo y me llevé la bronca del siglo, porque una compañera me pidió cambio de turno, acepté, pero no avisamos a la jefa... Cuando me vio en el turno que no era el mio casi me come. La bronca fue merecida, lo reconozco, y Mihombre me dijo que como se me ocurría hacer cambio con mi media jornada, pero todo esto no quita que no me gustase recibir bronca... Además de la jefa, con la que tengo bastante buen rollo, por lo que las cosas aun molestan más ( espero que ya se le pasase el cabreo ) .
Y en atención temprana nos quieren solicitar una silla ortopédica, que yo veo como una silla de ruedas, por lo que tengo un cierto cabreo (asi en general, no dirigido a nadie en particular) porque cuando todos los niños comienzan a andar al mio le toca una silla. Aaaggggg!!!

jueves, 21 de mayo de 2015

Momentos (II)

Y a su ojo asomó una lágrima, que se quedó ahí, inmóvil, porque no sabía si la tristeza podía asomar al exterior.
A su alrededor todo permanecía igual pero ella sabía que ya todo era distinto. Las palabras que él había dicho habían abierto el silencio. Su corazón se resquebrajo una vez más.
Y lo que creía tan conocido se volvió extraño. La oscuridad lo invadió todo y la tristeza se unió a ese universo.


Y es que hoy Mihombre y yo no hemos tenido un buen día. Últimamente lo noto alejarse de mi, como si lo que antes le gustaba de mi ahora le disgustase, le molestase. A veces me siento tonta a su lado. Y hoy me dijo algo que me dolió. Y esto es todo, nada y mucho a la vez.

miércoles, 20 de mayo de 2015

La ley de la madre de Murphy (I)

El día que te levantes a las 6 de la mañana, vengas hecha papilla del trabajo, no sabes si al mediodía comer o dejar caer la cabeza dentro del plato de comida, ese día, en el que sólo estarás pensando en que llegue el momento de la siesta, pues ese día, Retoño no querrá dormir la siesta.

martes, 19 de mayo de 2015

Catarrosos

Llevo un tiempo si escribir porque Retoño cogió un resfriado (lo normal con estos cambios de tiempo) y el pobre estuvo pasándolo mal porque tenía mucho moco y no paraba de toser, de noche respiraba mal y se agobiaba, no eramos capaces casi de consolarlo. Luego de hora y pico llorando caía rendido y se volvía a dormir (más o menos coincidiendo con mi despertador para ir al trabajo....litros de café corren por mis venas). Luego me contagió a mi, a Mamamía y ahora a Mihombre, que anda con los pañuelos de papel como si fueran prolongaciones de sus manos. Lo importante es que Retoño está mejor aunque sigue con moco por la mañana.
Ahora llegué hace un rato del trabajo y pensaba en lo que me había dicho una compañera, que fue tal que yo debía trabajar la jornada entera (estoy con una reducción del 50%) y mientras contratar a alguien que me cuidase del niño...que era lo que había hecho ella porque su hija era una llorona y estaba mejor en el trabajo.
Me parece fatal cuando la gente habla gratuitamente sin saber lo que vive cada día uno en su casa. Primero, yo quiero trabajar pero al mismo tiempo seguir ocupándome de mi hijo (no voy al trabajo por "librarme" de él, voy porque me gusta mi profesión, quiero seguir siendo una mujer trabajadora, ganar dinero, y esto lo puedo seguir haciendo gracias a la reducción de jornada).
Segundo, a Retoño nos desaconsejaron la guardería, por lo que arreglamos como podemos entre Mihombre y yo, sin necesidad siquiera de recurrir a Mamamía (para que iba contratar a alguien).
Tercero, Retoño está yendo a terapia 4 días a la semana, y necesita ir con sus papás, que somos los que después continuamos estimulandolo en casa.
En fin, que la conciliación laboral-familiar es dura y yo intento hacerlo lo mejor que puedo.
Y poco más que contaros por hoy, que estos días estoy bastante contenta (hace dos semanas tuve también un día durillo porque ahora sospechan un determinado síndrome por lo de la falta de costillas y de verdad espero que no sea ese, porque el pronóstico es devastador, ya ni quiero escribir más por no pensarlo) porque noto que Retoño interacciona un poquito más, por lo que es mucho más divertido jugar con él, además se rie y se le ven sus cuatro dientes y está muy gracioso.
Hay que vivir el día a día, sin imaginar mucho el futuro. Disfrutar de las pequeñas cosas, y que casi siempre las tenemos en casa, no hace falta ir muy lejos.
Ufff, lo que me enseña este granujilla.

martes, 5 de mayo de 2015

Traumatizada en traumatología

Hoy fuimos con Retoño a la consulta del traumatólogo porque tiene una escoliosis y duerme con un corsé, por lo que lo revisan con radiografía en traumatología. Nos hemos enterado que sólo tiene 11 pares de costillas, en lugar de 12... ¿Dónde va la costilla perdida? Pues esto parece ser que puede estar relacionado con algún síndrome genético. Y luego el traumatólogo nos soltó la siguiente perla: "Pues yo no sé si este niño va a andar, porque si a los 18 meses no camina después ya va a ser más difícil" .
Íbamos a mirar lo de la escoliosis, así que esto se lo podría haber ahorrado. Me recorrió la espalda un escalofrío helado. Allí aguante el tipo, pero cuando regresé al trabajo (salí del trabajo para ir a la consulta) no pude evitar echarme a llorar. Otra bola más que tragar, soy como un gato, tragando bolas de pelo. Pero esta "perlita", este juego de videntes, me ha dejado echa polvo. Así que hoy me tocará estar un poco triste.

sábado, 2 de mayo de 2015

Desastre capilar

Hace un tiempo que un día cualquiera, como otro cualquiera, sin nada especial, me levanté por la mañana, me miré al espejo y dije:"yo quiero ser pelirroja, que siento que mi pelo tendría que ser como el fuego" (cosas mias así rarunas). Así que un día en el hipermercado vi un tinte de un naranja subidito que ponía que se podía echar en pelo castaño oscuro y me lo llevé a casa. En cuanto tuve oportunidad me lo eché, esperé los 30 minutos de rigor y luego lavé el pelo. ¿Y qué pasó? Pues nada, absolutamente nada. Mi pelo seguía del mismo color que antes, si me apuras debajo de un foco de luz igual se veía algún tono rojizo. Desilusión total.
Pasados unos tres meses, esto es hace unas tres semanas, me compré el mismo color pero de otra marca. Me lo eché, con cierta dificultad porque tengo el pelo muy largo. ¿Y qué pasó? Pues que se debió fusionar con el color del tinte que quedó escondido en mi pelo de la primera vez y creó un color diferente al de la caja, pero más chulo, un pelirrojo como el de Julia Roberts en Pretty Woman. Quedé encantada y la gente me notó el cambio y me dijeron que estaba guapa.
Pero ahora, tres semanas después, se me notan las raíces (o es que me teñí mal y antes no se notaba tanto) y en mi pelo hay dos colores, uno naranja y otro más rojizo.
En el trabajo ya me dijeron de qué color tengo el pelo, pero el remate fue hoy : mi abuelo, que tiene 83 años y no entiende mucho de modas ni estéticas, me dijo "¿pero qué tienes, el pelo de dos colores?" Y lo mejor es que mi abuela, que a veces está un poco despistada y no se entera bien de todas las conversaciones, este comentario sí que lo escuchó y dijo: "de dos o de tres".
La verdad es que mucho no me importa, aunque sí que está el pelo un poco "desastrado" en el tema de color, pero como soy medio "gualtrapas" tardaré en arreglar el desaguisao... Y yo que quería batir el record en no ir a la peluquería (me corto el pelo en casa)...ahora la duda es si regreso a mi color original o seguir siendo pelirroja.