martes, 19 de mayo de 2015

Catarrosos

Llevo un tiempo si escribir porque Retoño cogió un resfriado (lo normal con estos cambios de tiempo) y el pobre estuvo pasándolo mal porque tenía mucho moco y no paraba de toser, de noche respiraba mal y se agobiaba, no eramos capaces casi de consolarlo. Luego de hora y pico llorando caía rendido y se volvía a dormir (más o menos coincidiendo con mi despertador para ir al trabajo....litros de café corren por mis venas). Luego me contagió a mi, a Mamamía y ahora a Mihombre, que anda con los pañuelos de papel como si fueran prolongaciones de sus manos. Lo importante es que Retoño está mejor aunque sigue con moco por la mañana.
Ahora llegué hace un rato del trabajo y pensaba en lo que me había dicho una compañera, que fue tal que yo debía trabajar la jornada entera (estoy con una reducción del 50%) y mientras contratar a alguien que me cuidase del niño...que era lo que había hecho ella porque su hija era una llorona y estaba mejor en el trabajo.
Me parece fatal cuando la gente habla gratuitamente sin saber lo que vive cada día uno en su casa. Primero, yo quiero trabajar pero al mismo tiempo seguir ocupándome de mi hijo (no voy al trabajo por "librarme" de él, voy porque me gusta mi profesión, quiero seguir siendo una mujer trabajadora, ganar dinero, y esto lo puedo seguir haciendo gracias a la reducción de jornada).
Segundo, a Retoño nos desaconsejaron la guardería, por lo que arreglamos como podemos entre Mihombre y yo, sin necesidad siquiera de recurrir a Mamamía (para que iba contratar a alguien).
Tercero, Retoño está yendo a terapia 4 días a la semana, y necesita ir con sus papás, que somos los que después continuamos estimulandolo en casa.
En fin, que la conciliación laboral-familiar es dura y yo intento hacerlo lo mejor que puedo.
Y poco más que contaros por hoy, que estos días estoy bastante contenta (hace dos semanas tuve también un día durillo porque ahora sospechan un determinado síndrome por lo de la falta de costillas y de verdad espero que no sea ese, porque el pronóstico es devastador, ya ni quiero escribir más por no pensarlo) porque noto que Retoño interacciona un poquito más, por lo que es mucho más divertido jugar con él, además se rie y se le ven sus cuatro dientes y está muy gracioso.
Hay que vivir el día a día, sin imaginar mucho el futuro. Disfrutar de las pequeñas cosas, y que casi siempre las tenemos en casa, no hace falta ir muy lejos.
Ufff, lo que me enseña este granujilla.

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