viernes, 19 de junio de 2015

Filosofeando

Hoy estoy muy cansada. Llevo toda la semana en turno de mañana y entre eso y las terapias no he parado. Además para rematar el día Retoño ha vomitado la cena. A Retoño le cuesta mucho comer, es como si nunca tuviese hambre, y a la mínima te empieza a hacer arcadas y todo para fuera. Y después del rato largo que llevas dándole de comer que te eche todo te deja cansada como si te hubiesen dado una paliza. Pues eso, que vomitó y lo tuve que bañar. Ahora lo tengo aquí a mi lado, intentando dormirse.
Unos amigos míos que tienen un bebé de 4 meses se han ido este fin de semana de spa. Su bebé come como un sumo y duerme como un lirón. No llora y se desarrolla según los patrones. Aun así su madre me cuenta lo estresada que está y lo mal que lo pasa porque considera que ella tiene que hacer más que el marido. Por la mañana va su suegra a ayudarla a casa y al mediodia va a comer con su madre y luego se queda allí para poder descansar mientras su madre cuida del bebé. Desde que el bebé tiene 1 mes la mayoría de los findes queda con sus abuelos. Cuando me cuenta lo agobiada que está, pues no lo puedo entender, aunque la escucho con paciencia. Pero cuando me he enterado que se van 3 días de spa, que necesitan desconectar... Pues me he frustrado con el universo, le he dicho a Mihombre que nosotros sí necesitábamos un día de spa y masajes. Yo entiendo que para ellos el cambio de vida también es un mundo, pero jolín, no saben de lo que se quejan.
Pues hablando de estas cosas me decía Mihombre "bueno, a veces las cosas rectas se tuercen y las torcidas se enderezan", a lo que yo le contesté que nunca había visto ningún árbol torcido enderezarse. Entonces Mihombre me dijo "los bonsais son torcidos desde el principio y ahí está su belleza", a lo que le contesté "sí, pero anda que no son delicados y necesitan cuidados...". Respuesta de Mihombre "y qué?a la gente les gustan los bonsais. Nunca se sabe"
Consiguió despejar de mi cabeza mi malestar en contra del universo.
Con lo que he escrito quiero dejar claro que mis amigos no son peores ni mejores padres, sólo que cada uno intentamos adaptarnos a las nuevas situaciones como podemos. A mi su situación me parece más sencilla, pero claro, a ellos les cuesta su nueva vida y se les hace un poco cuesta arriba, porque viven su experiencia como única, al igual que yo la mia, y cada uno de nosotros pensamos que de alguna forma u otra subimos una montaña, no sé si me entendeis.
Es que repito, estoy agotada. No me llegan las horas del día.
Retoño se acaba de quedar dormido. Lo voy a acompañar en el mundo de los sueños.

2 comentarios:

  1. En esta sociedad actual (por lo menos la llamada occidental o desarrollada) no tenemos nunca bastante, lo queremos absolutamente todo: trabajar, tener un buen sueldo, tener amigos, tener tiempo libre para tus amigos y también, como no, un tiempo libre para dedicarse a uno mismo... y además ser madre, una madre estupenda que se lo da todo a los hijos: amor, juguetes, salud... Creo que mejor nos iría si no le pedimos tanto a la vida...
    Y por los caminos tan rectos como autopistas... no te fíes demasiado, se pueden encontrar una roca, mas o menos grande en el camino... y no poder continuar. Nosotras, acostumbradas a tantas curvas sorteamos esas rocas mucho más fácilmente. Creo que nuestros caminos nos enseñan a vivir de manera más tranquila y a desprendernos de todo lo que no vale la pena para poder así hacer más ligero el camino.
    Supongo que conoces 'VIAJE A HOLANDA' de Emily Pearl Kinsgley, escritora del programa de TV “Barrio Sésamo” ... yo recurro a él tantas veces...
    rocío

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    1. Conozco el viaje a Holanda. Me encanta, me parece una metáfora muy buena. Cuando pienso en esa historia se me disipa la niebla cerebral. Un beso, Rocío, me han gustado tus palabras.

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