miércoles, 24 de junio de 2015

Vacaciones en una terapia

Hoy fue el último día de ir a terapia ocupacional en la asociación, en septiembre (es nuestra intención), retomaremos. Por un lado me dio penita porque noto que Retoño conectó con las terapeutas pero por otro lado es un día a la semana que no tenemos que llevarlo a ningún sitio, y ese descansito no nos viene mal. Este domingo tenemos la comida de verano de la asociación y estoy a la vez con ganas y un poco de nervios, es la primera vez que voy a tener contacto con otros papás de la asociación y niños (y no tan niños) con discapacidad intelectual. Espero que la experiencia sea enriquecedora y lo más normal del mundo.
Ayer Retoño lo llevamos a una luminaria de San Juan, el pobre vomitó la cena y luego se quedó dormidillo, aunque despertó para ver la hoguera. Luego cuando vio que llegábamos a casa se puso muy contento y le di un petit para que no se fuese a cama con el estómago vacío. Yo me hinché a comer chorizos criollos y longaniza en la luminaria, mmmm, que buenos!
Por la noche Retoño se movió mucho y se despertó alguna que otra vez, pasé la noche recibiendo manotazos y de una vez me encontré con un pie encima de la cara. Luego me lo coloqué encima a ver si se dormía y acabó dormidito pegadito a mi encogidito sobre mi lateral, con un brazo sobre mi, parecía un koalilla agarrado a un árbol, me dio mucha ternura.
Ahora a la tarde yo me eché una buena siesta, que estaba agotada, ya hoy en el trabajo me tuve que tomar dos cafés. Lo mejor de la siesta fue al despertar e ir a ver que hacían mis dos chicos, la reacción que tuvo Retoño: se puso a chillar y reir al verme. Fue genial, porque no siempre reacciona cuando nos ve.
En la asociación nos dieron un "librillo" con recomendaciones de como "trabajar" y jugar con él para estimularlo, son cosas sencillas que están muy bien. Pena no haberlo tenido antes.

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