martes, 22 de septiembre de 2015

A Santiago!

Este sábado nos fuimos a pasar el día a Santiago, que nos queda relativamente cerca de casa. Fueron mis padres con nosotros. Me hizo mucha ilusión, porque la última vez que había ido fue hace dos años y Retoño aun era una lentejita en mi barriga, así que llevarlo a mi lado pues me hizo feliz.
Es la primera vez que pasamos un día entero fuera de casa todos juntos, porque como antes teníamos mucho problema para darle de comer a Lucas, pues no nos apetecía mucho ir tantas horas por ahí. Pero como ahora se está haciendo mayor y eso ya quedó atrás, pues ya podemos planear más actividades.
Estuvo muy contento en el sitio donde comimos, porque había mucho ambiente y ruido y no paraba de lanzar chilliditos mientras se reía. Ni siquiera echó de menos la siesta, se durmió un ratillo en la silla y listo.
Estuvimos paseando por la calles, visitamos la catedral, estuvimos en una cervecería que me gusta mucho....
Pues eso, un día genial en una ciudad que me encanta y con la gente que más quiero.
El domingo vinieron a casa unos amigos que hacía tiempo que no veían a Retoño y nos dijeron que lo notaban muy cambiado, que se fijaba más y que estaba muy largo. Luego se quedaron a cenar así que estuvimos super entretenidos.
Hoy estamos los dos un poco acatarrados. Yo me noto cansada y no suelto el pañuelo. Lucas despertó un montón de veces por la noche y durante el día sólo quería estar en brazos. Ahora ya está dormidillo. Me da penilla cuando noto que no está a gusto.
Ya sé porque la gente repite en esto de tener hijos: por lo que se les quiere. Creo que es algo adictivo. Porque yo a veces lo miro y pienso "jolín, cómo se puede querer tanto" y me encanta este sentimiento.
Son las cosas que si no eres madre no se entienden, porque cuando antes oía la frase típica de que "no hay amor como el de una madre" pensaba que la comprendía, pero ahora me doy cuenta que no entendía realmente su alcance.

2 comentarios:

  1. Ja, ja ja... y yo que por tus comentarios creía que eras de la zona del levante!!!!!! Y veo que no, que Santiago no está tan cerca del levante...
    Lo importante que parece ahora cosas tan normales como pasar un día entero de paseo fuera de casa, cenar con unos amigos... se empieza a valorar un montón esos momentos que antes de ser madre eran de lo más usuales!!!!
    Besos

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    1. Jeje, que bueno! Soy gallega, del pueblo donde se acaba el mar.

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