martes, 8 de septiembre de 2015

Los pájaros

Lo que me ha pasado hoy... Es raro. No extraordinario, pero sí poco habitual. A ver si lo describo al detalle para que lo imagineis bien.
Mi baño tiene una rejilla en el techo. Dicha rejilla va al tejado del edificio como si fuese una chimenea (bueno, no sé que diablos es, esta la rejilla que tapa un cilindro que desemboca no sé como en el tejado. El cilindro en cuestión está oscuro, como hoy descubrí).
La cosa es que a través de la rejilla se escuchan los pájaros que andan por el tejado.
Pues bien, hoy escuché un pájaro posado en la rejilla. Lo que pensé es que igual que entró pues se irá. Pero dos horas después el pájaro seguía sobre la rejilla revoloteando y pegándose tortazos en el cilindro.
Pensé "joer, se va a matar" "lo tengo que sacar de ahí".
Pues allá que me puse con un destornillador a sacar la rejilla. Fue tan rollo sacar la rejilla que me dio tiempo a pensar de todo. Esto es la lista de cosas que pensé:
- Y si es un murciélago y no un pájaro.
- Y si está malherido y sangrando
- Y si se le cayeron crías y están ahí muertas
- Y si es un nido y lo rompo
- Y si el pájaro se me enreda en el pelo
- Y a saber que mierdas hay ahí acumuladas y me caen encima
Como es lógico cuando acabé de despegar y desatornillar la rejilla estaba al borde de la histeria. Casi llorando saqué el pájaro (bueno, salió él) y se fue por la ventana del baño previamente abierta (es una ventana velux, que queda en el techo y que hay que subirse a una escalera para abrirla).
Como estaba al borde de que me diese un parraque me fui de casa y no volvi a poner la rejilla.
Al cabo de un par de horas de paseo con Retoño volví a casa con mi madre y le conté la historia. Fui al baño con idea de cerrar la rejilla y cuando abro la puerta.... Tachán!!
Un pájaro negro feo volando en el baño. Me puse a gritar como una puñetera loca. Encerré el gato en una habitación, abrí la ventana de la habitación que queda más cerca del baño y salí corriendo de casa a llamar al vecino. A todo esto mi madre se escondió en la cocina con Retoño (según ella tenía miedo que atacase a Lucas).
Vino el vecino (primero fue a su cocina a ponerse unos guantes) y el pájaro había desaparecido. Supongo que salió por la ventana.
Luego me hizo el favor de cerrarme la rejilla.
Ahora ando por casa con el síndrome de pájaro agazapado dispuesto a atacarme. He cerrado la puerta del baño y no la he vuelto a abrir. El baño está lleno de plumas y cagarrutas de pájaro, pero tengo estrés post-traumático y la esperanza de que lo limpie Mihombre.
A mi no me daban miedo los pájaros, pero ahora tengo una grimilla en el cuerpo que no se me va. En verdad es todo por abrir la rejilla por encima de mi cabeza imaginándome cosas horribles cayéndome encima.
Lo mejor mi madre, diciéndome que parase de gritar mientras ella escapaba.

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