jueves, 17 de marzo de 2016

Mi coche

Hoy fui al taller a por mi coche que lo había dejado el día anterior a hacer una reparación porque no había pasado la ITV.
Cuando el mecánico me explicó lo que le habían hecho me dijo "salió bueno este coche" . Sentí un estúpido orgullo, como si el coche tuviera alma. Le dije "y tan bueno, estoy muy contenta con él",
Es el coche más cómodo de conducir del mundo. Me siento al volante y es como ponerme un guante. Llevamos juntos ya 11 años. Estuvo en Valladolid cuando me fui allí a trabajar e hizo la mudanza conmigo. Lleno hasta los topes volvió a Galicia. También ha viajado a Oviedo y a Madrid.
Es un Ibiza del 97. Tres puertas. De color verde botella. Un color que ya no le ponen a ningún coche.
Lo compró mi abuelo. Fue su primer coche nuevo. Hasta ese momento siempre tuvo coches de segunda mano. Le hizo mucha ilusión tener un coche nuevo.
Le colocó un ambientador pino y llenó los espacios de los cassettes de cintas de rancheras. También le puso varios santos protectores camuflados.
El coche casi no hizo kilómetros porque mi abuela desarrolló una fobia a ir en coche y mi abuelo una fobia a escuchar los gritos de "frena" "despacioooo!!!". Así que cuando cumplí 21 años y empecé a trabajar comencé a usar el coche de mi abuelo.
Después de años de uso por mi parte y seguir llamándolo el "coche del abuelo" cuando cumplí 30 años mi abuelo decidió que lo ponía a mi nombre. Así el Ibiza pasó a ser mi coche.
Las cintas de rancheras y los santos camuflados siguen en el mismo sitio. El ambientador pino, no, por supuesto.
Es mi bien más preciado. Y muy preciado, no por su valor económico como por su valor sentimental.
Encontré una silla de bebé que se adaptase al espacio de atrás (no fue nada fácil al ser tres puertas y que cuando fabricaron ese coche parece que quisieron ahorrar con la tela de los cinturones traseros) y así puedo llevar a Lucas en mi coche. Ponemos música y vamos a dónde queremos.
Me encanta mi coche, en él pienso cosas filosoficamente y de vez en cuando fumo un pitillo. Luego abro mucho las ventanillas y miento sobre el olor a tabaco.
Y ya ha pasado la ITV hasta el año que viene!!!

viernes, 11 de marzo de 2016

Momentos que valen un tesoro

Hoy hizo sol así que aprovechamos para salir a dar un paseo e ir al parque. La verdad es que últimamente entre el frío que hace y lo que llueve vamos de casa a las terapias y vuelta a casa, como mucho vamos al supermercado a hacer la compra. Así que como a la tarde todos teníamos día libre, salimos a caminar.
Paramos en un parque que tenía un solo columpio para bebés y que estaba ocupado por una niña de unos 5 años a la que su abuela no dejaba de empujar (sí, podía usar cualquier otro columpio, pero se ve que ese le tenía màs gracia). Así que como yo quería que Retoño se balancease, que le gusta un montón, lo senté en mi regazo mientras usaba yo un columpio.
La cosa es que le encantó, y ese es el tesoro del día, su cara sonriente mientras se le cerraban los ojos de lo que le gustaba el balanceo.
Casi no me acuerdo de lo que hicimos el resto del día, porque a mi los días se me pasan volando, pero esa cara se me va a quedar como una gota de rocío que queda prendida en una hoja durante la noche.
Que ternura desprende Retoño.