sábado, 14 de mayo de 2016

Buscando un regalo con mi madre

Agotada. Ahora mismo estoy agotada. Por ir a comprar un regalo a un recién nacido. Yo ya dudaba si intentábamos comprar un regalo o estábamos buscando el arca perdida.
Hoy fui a trabajar por la tarde y como a las 18:30 salía quedé con mi madre que quería ir a comparle un regalo a una compañera que acaba de tener una niña. Hasta aquí el plan parecía guay. Me imaginaba comprando el regalo y luego aprovechar para tomar algo juntas.
Salí del trabajo, pasé por casa a recoger a Retoño y luego fui a recoger a Mamamía. Nos fuimos al centro comercial. Como llueve y es sábado había mogollón de gente. Encontar una plaza para aparcar fue un milagro.
Centro comercial a tope de gente y ruido. Vamos a la tienda de ropa de niños y después de enseñarle a Mamamia un montón de ropa que me parecía bonita no se decidió a comprar nada por dudas con la talla.
Nos vamos a otro centro comercial especializado en puericultura. Después de estar allí dando vueltas hasta tener sensación de tiovivo se decide a cogerle una toalla (que siempre es útil) y un juguete. Cuando ya por fin vislumbraba la libertad veo a lo lejos a Mamamia hablando con una chica. Como soy miope me tuve que acercar más... ¿Quien era? La susodicha del regalo. Yo escondiendo la caja debajo del carrito de Retoño.
Como la chica siguió dando vueltas por allí buscando pijamas para su recién nacida (se ve que previsora no es) mi madre dijo que ya no podíamos ir a la caja ya que íbamos a coincidir. Así que seguimos por allí también dando vueltas. Al mismo tiempo Retoño se iba cabreando del cansancio que llevaba. Se ve que el chiquillo tiene un reloj interno y sabía que era la hora de ponerle el pijama, no de estar en aquel sitio con luces de neón que casi necesitábamos gafas de sol.
Cuando por fin nos pudimos marchar (mi ilusión de ir a tomar algo se fue al garete dado la hora que era) Retoño ya estaba llorando y sin acomodar de ninguna manera. Fuimos para el coche y mientras yo colocaba unas cosas dentro la puerta se vino encima de mi cara y me dio en toda la mandíbula. Ahora me duele el oido y parte de la mandíbula al masticar.
Mi madre que no sabe poner a Retoño sujeto en la silla de coche. Yo con poca paciencia ya.
Pero ya estoy en casa. Y Retoño cenó sin rechistar. Y Mamamia compró el regalo.

1 comentario:

  1. A veces un plan guay se puede volver una pesadilla. Pero veo que te lo tomas con humor a pesar del porrazo en la cara con la puerta.

    También que casualidad encontraros con la del regalo en la tienda, jolines... jajajajajaja!!!

    Un besote!

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