jueves, 14 de julio de 2016

Agresiones sexuales

Que parece que se acaban los San Fermines. Yo eso de correr delante de varios toros pues no lo entiendo mucho, me parece como algo así de hombre de las cavernas, pero vamos,  que es sólo mi opinión, que cada uno hace cosas muy raras en su vida. Mi madre, por ejemplo, corrió delante de un jabalí el otro día. Se lo cruzó en el camino y celebró su propio San Fermín. Es lo que tiene vivir en zona rural.
Pero aun más raro de lo de correr delante del toro es lo de las agresiones sexuales. Eso sí que me deja boquiabierta, sin palabras pero si con muchas palabrotas que decir.
Lo que nos diferencia de los animales es el raciocinio, pues bien, entonces estos seres, ¿que son? ¿En que lugar de la evolución humana quedan? En la in-volución, ¿no?
Yo creo que no agredir sexualmente a nadie es una cosa muy fácil y sencilla.
Hace un tiempo estuve viviendo sola en otra ciudad por motivos de trabajo. Cuando salía a cenar y volvía a casa un poco tarde iba siempre con miedo. Y no era miedo a que me robase, no. Era temor a sufrir una agresión sexual. Mis compañeros chico no experimentaban ese miedo al tener que volver a casa.
Para conocer el origen de mi miedo me tengo que remontar unos años atrás. Un día volviendo de la universidad para casa de mis padres (mis padres viven en zona rural, donde hay pocas casas y mucho campo) me siguió un tipo en un coche. Paró a mi lado, me pidió fuego (le dije que no tenía), seguí caminando, arrancó, pasó por mi lado despacio, aceleró, dio la vuelta con el coche y a mi altura lo frenó y se bajó. Se empezó a acercar a mi sin decir nada. Yo en ese momento ya tuve el miedo suficiente e hice que timbraba en una casa. Se volvió al coche y aceleró a toda velocidad.
Eso unido a la historia de violaciones que se escuchan en informativos hizo que perdiese toda mi seguridad al ir sola de noche por la calle.
Está claro que no todos los hombres son violadores, pero con que sigan existiendo casos para mi es suficiente para sentirme desprotegida.
El otro día hablando de este tema con Mihombre acabé diciéndole que ahora había un acceso muy sencillo al mercado de las peliculas porno. Un chico puede ver una película de este tipo mucho antes de tener una relación sexual. Puede consumir mucho porno antes de una relación real con una chica. Y la realidad no tiene nada que ver. En estas películas muchas veces lo que parece es que se está agrediendo a la mujer, no se la trata bien. Si el visionado de este cine es el aprendizaje de un adolescente, pues el sexo le va a ser una decepción.
No estoy culpando al cine porno de lo anterior, ni mucho menos, solo digo que me parece una forma que casi roza la agresión sexual y puede ser nefasto quedarse con esta idea a determinadas edades.
No sé que lleva a un chico que hasta ese momento llevaba una vida aparentemente normal a cometer un acto que va a dejar a una chica con unas secuelas muy duras.
Un no, es no. Si no te dicen sí, también es no.

miércoles, 13 de julio de 2016

Ser madre o no

Cada cierto tiempo surgen nuevos debates donde la protagonista es la mujer. Últimamente me he fijado en que hay como un "enfrentamiento" (lo pongo entre comillas porque no sé realmente como definirlo) entre mujeres que quieren ser madres y mujeres que deciden no serlo. No sé porque hay necesidad de sacarle punta a todo. Ya que ahora podemos decidir sobre nuestra reproducción, que cada una haga con su útero lo que le salga de los ovarios, ¿no? Porque para mi tan válida es la decisión de ser madre como la de no ser madre, como la de tener un hijo, adoptar tres o tener cinco.
Sea la decidión que sea, que sea tomada de forma consciente y con convencimiento.
Yo soy madre porque es algo que siempre tuve claro, pero reconozco que no es fácil, ni es tan dulce la maternidad como a veces te hacen imaginar.
Tu hijo no te gusta en todo momento, no vives en un continuo idilio de amor. A veces te gustaría llegar a casa, cenar tranquilamente y ver una peli con tu pareja en lugar de llegar a casa, bañar al niño, darle la cena y luego dormirlo.
A veces te despierta tantas veces por la noche que te dan ganas de irte al garaje a dormir al coche.
Pero por otro lado vives cosas que sólo puedes experimentar con un hijo y que realmente son maravillosas.
Tener un hijo es como ir en una montaña rusa.
Pero estas cosas maravillosas las vives si quieres ser madre, porque si uno tiene claro que no lo quiere ser, no va a ver las cosas buenas y puede vivir la maternidad como un trabajo.
Luego está lo del amor a los hijos. Decía Cristina Pedroche hace poco en una entrevista que ella siempre iba a querer más a su marido que a su hijo cuando lo tuviesen. Le llovieron críticas a cascoporro...y también elogios. Yo lo que pensé al respecto es que vaya tontería, para mi lo que siento por mi marido y por mi hijo es como el tocino y la velocidad, que no tienen nada que ver. No sé a quien quiero más de los dos porque lo que siento por uno y por otro no se parecen en nada.
Mi marido es mi compañero, está a mi nivel, hemos pasado por un montón de cosas juntos. Caminamos uno al lado del otro.
Mi hijo es alguien que necesita del cuidado de los dos, necesita protección ya que es indefenso. Mi hijo no camina a mi lado. Mi hijo va en nuestros brazos.
¿Cómo voy a poder comparar estos dos amores tan distintos?

Respeto a las mujeres que viven la maternidad como una de las mejores cosas que han hecho en la vida.
Respeto a las mujeres que no desean ser madres.
Respeto a las mujeres que han querido ser madres pero tampoco lo viven como lo mejor de su existencia.
Respeto a las mujeres que deciden libremente.
Todas habeis tomado la decisión adecuada.

domingo, 10 de julio de 2016

Un mundo feliz

Acabo de leer "Un mundo feliz" de Aldous Huxley. Hacía tiempo que quería leer este libro sobre una distopía y el otro día me pasé por la bliblioteca y lo cogí (hasta que lea todos los libros que tengo esperando en casa me he prometido a mi misma que no compro más, si hay alguno en particular que me apetezca leer lo buscaré en la biblioteca). Es un libro cortito y se lee rápido, sobretodo si te engancha como lo hizo conmigo, que no podía dejar de leerlo.
El libro trata de un mundo futuro donde los seres humanos han dejado de nacer de forma natural, se crean in vitro en un laboratorio y luego son criados y adoctrinados en guarderías hasta que son adultos. De esta forma no existen los padres y las madres.
Las personas se clasifican en distintas clases, de Alfa (que son los más inteligentes y atractivos) a Epsilon (que son los menos inteligentes y desarrollan los trabajos menos cualificados). Luego mientras son niños les adoctrinan para ser felices con lo que son.
Tienen relaciones esporádicas entre ellos, no existe el amor romántico. Se les adoctrina para consumir y preocuparse sólo del ocio. Y desde pequeños se les condiciona para no temer a la muerte. Además como no establecen unas relaciones profundas entre ellos tampoco están tristes por la muerte de nadie. No existen las enfermedades ni la vejez. No tienen grandes pasiones pero tampoco sufrimiento. Y si algún día les preocupa algo toman Soma que es una droga que no tiene efectos secundarios.
Pero hay algunos Alfa que cobran cierta consciencia de su individualidad y con esto ya no son tan felices. Quieren un "algo más".
Esto es el resumen.
Este libro me ha dado mucho que pensar, porque si te diesen a escoger, que escogerías, ¿la felicidad o la libertad de pensamiento? Porque esta pregunta es lo que pretende el libro que te plantees.
Yo creo que tendría clara la respuesta...

miércoles, 6 de julio de 2016

Desde que soy madre

Desde que soy madre mis camisetas huelen a baba al final del día.
A veces salgo a la calle con un vestido bonito y me doy cuenta de que va manchado de leche regurgitada.
Desde que soy madre en mi habitación brillan estrellas cada noche que salen de un proyector. Después de que Retoño se duerma me quedo mirándolas hasta que se apagan.
Mi tele es raro que se encienda.
Hay un montón de libros por toda la casa esperando a que tenga tiempo de leerlos.
Desde que soy madre una de mis gatas me persigue por todos lados para que le preste más atención.
No sé lo que es dormir ocho horas seguidas.
Lo que consideraba prioridad ahora puede esperar. En realidad ahora casi todo puede esperar. El tiempo gira alrededor de Retoño.
Estoy casi siempre cansada. Pero cada día empiezo con ganas de hacer todo otra vez.
Desde que soy madre me siento más segura de mi.
Me importa menos lo que opine la gente.
Que mi casa esté recogida suele ser la excepción a lo habitual.
Desde que soy madre me he vuelto mucho más sensible con los niños.
La vida ha cogido otro ritmo.
Las cosas han cobrado otro significado.
Me he vuelto tranquila de una forma distinta.
Desde que soy madre tengo muchísima más paciencia. Incluso conmigo.
Y desde que soy madre no he vuelto a notar aquella inquietud, un agujero que a veces me invadía y que no entendía.