domingo, 23 de julio de 2017

Personas que vienen y bah

Cuando eres madre (y padre) de un niño "diferente" te das cuenta de las personas que te rodean.
Yo no sé si a más padres les pasa, pero me imagino que sí, que no seremos los únicos:
Hay familia que al principio se vuelca contigo y el niño, pero con el tiempo deciden tener el menos trato posible, porque "ojos que no ven, corazón que no siente". Y dejan de preguntarte por el niño, ya no hay llamadas, ni wasaps y aun menos visitas. Y tu, que finjes que no te das cuenta, sigues yendo por su casa o por su trabajo a saludarlos, porque son familia cercana y los echas de menos, y no va en tu carácter los conflictos. En ese momento se deben sentir algo culpables porque te ponen mil disculpas por no haber contactado en varias semanas. Pero luego la cosa sigue sin cambiar. No existe el "¿qué tal estais?". Porque se suponen que tienen una vida ocupada. Tu no, claro.
También hay amigos que desaparecen. Eres madre y ya no puedes hacer cosas "guays". No sirves para pasar un buen rato. Y del dramón que estás viviendo, pues no quieren saber nada. No vaya a ser que la tristeza contagie.
Luego están los conocidos con los que te juntas en un mismo espacio en alguna celebración como un cumpleaños y no dejan de mirarte con una mirada mezcla de morbo e intriga. Y van haciendo preguntas a los de tu alrededor pero nunca a ti. Y tu tienes deseos de darles una patada en la espinilla. Pero por otro lado tienes superamigos que en ese momento le gritan a esa persona "¡pregúntale a la madre, que la tienes ahí"! Y te hace sentir orgullosa de esa amiga que se cabrea por ti.
Y es que esta es la parte buena, mientras hay gente que "bah!", hay gente que viene y se queda.
Yo la verdad es que me siento afortunada con los amigos que tengo, que superan a los que se han ido y que han sustituido a la familia que se ha alejado.
Amigos que te preguntan a diario cómo estais. Que si saben que Retoño está malo quieren ayudar en lo que sea. Que cuando les dices que ya está bien suspiran de alivio. Que si no lo ven en una semana lo echan de menos como si fuera su sobrino favorito. Que veros casi a diario se ha convertido en lo normal.
Amigos que esperan por vosotros a que tengais un día libre para una cena y unos gin-tonic a continuación. Que siguen pensando que sois los amigos más divertidos que hay. Y tienen paciencia aunque no deis señales de vida. Esos que al principio preguntaban cada dia como estabais vosotros. Que me entendían y que decían conmigo que la vida era una mierda.
Amigas de toda la vida, que ahi estarán para siempre y punto.
Amigas nuevas que os acercaron las circunstancias. Que no hablais a diario. Pero que una dice "necesito una cerveza y un cigarro" y allí aparece la otra en cuanto puede, a la velocidad de lo que la maternidad le deja.
Y otros que quieren a Retoño por lo especial que es. Y que ven lo bueno que hay en él y no sus diferencias. Y que dibujan tu casa de colores para que sea todo aun más especial.
Y también la novia de Retoño. Que lo besa y le da mimos cuando nos encontramos.

Ojala sepais cada uno quienes sois, porque no me apetece poner nombres. Sois las personas que habeis llegado y no quiero que os marcheis.